martes, 25 de septiembre de 2018

40 - RUTA DEL CISTER / CAMINO TARRACONENSE, 150 Kms.

"YA PREPARO MI 41 CAMINO.
A las 19 h. con este trago de agua en Lleida tras el difícil, largo y caluroso día (12 horas caminando sin apenas descanso), pongo fin al 40 y empiezo a preparar el siguiente. Hasta las 6 h. no hay tren ni bus a Tarragona, donde tengo que esperar más trasbordos. En Peñíscola me esperan. Estos regresos eternizantes, duelen hasta al más sufridor de los peregrinos andantes. Gracias, lectores y seguidoras, por vuestro apoyo y empuje".


En Lerida, domingo 23 de septiembre de 2018. A las 19 horas.

Desvelar en las primeras líneas el final, no es lo normal. Es mi comunicado casi diario en facebook... esta vez en el momento mas cansado y satisfecho del Camino, en ese que te dices... Objetivo Conseguido. Pero yo no soy novelador. Lo de presentación, nudo y desenlace, ya lo estudié en mi Bachiller Humanístico, entonces llamado Humanidades.  Y eso  no me interesa aquí. Esto es como un Diario, unos Apuntes, con datos salpicados, variopintos pudiera decirse, y a veces con ironías y mi propia opinión del momento. Atrevido? Quizás. Intento aprender para enseñar, comunicar para animar. Y hasta a veces hacer reflexionar.


A MODO DE PRESENTACION

Este proyecto empezó el 3 de agosto de 1965, sin que yo lo supiera. Ese día inicié mi Primer Camino a Santiago. Y tomé notas, muchas notas. Y las pasé a limpio. Y, varias décadas después, las subí al ciberespacio en un blog. Y alguno lo leyó. Y me metieron en un buen puesto  en un Enlace de blogs. Diarios de Peregrinos es al mundo peregrino lo que la FIFA al fútbol.  O, como eso de los récords, los nóbel, la uci, la forbes... Mi proyecto se llama 55 Caminos de Santiago Diferentes.

Santiago de Compostela, 6.08.1965
Porque en 2001 empecé de nuevo a caminar desde Roncesvalles. Uno, dos, tres, cuatro, quince, veinte, treinta... Siempre diferentes. Y en mi estructura de marketing los he numerado. Este ha sido el 40, en un 2018 que he  caminado 5. Probablemente me repita en estas presentaciones, para los seguidores que  me leen todos. Y me contradiga a veces. Tan humano como la vida misma. Porque el Camino, cada Camino, es como una pequeña vida muy condensada en pocos días.

Santiago de Compostela, 29.05.2002


Jueves, 20 de Septiembre de 2.018

1ª ETAPA: PEÑISCOLA - BENICARLO - TARRAGONA - SANTES CREUS, 39 kms.

En Peñíscola tengo un humilde apartamento desde hace más de dos décadas. En septiembre me multiplico en actividades en este Mediterráneo variopinto. Montaña, mar y camino se complementan en mi polifacetismo. 

Benicarló, 20.09.2018, 10 h.
Los 7 primeros kilómetros a pie, son de Peñíscola a Estación Renfe Benicarló. De 10 a 12,30 h. el viaje ferroviario es muy lento hasta Tarragona. La visita al centro de la antigua urbe, catedral y parte alta incluida por supuesto, me trae los recuerdos de aquel 1969 que ya era un pequeño trotamundos de 21 añitos. Mis aconteceres de aquel año y el siguiente en Cataluña ya fueron en su día publicados.  Y siguen abiertos a la lectura en otro de mis numerosos blogs.

Salir de cualquier ciudad, por pequeña que sea, al mediodía solar, cuando el sol echa fuego, no es agradable. Mi ilusión y constancia pueden en principio bien con ello. Pero leo que me quedan 32,9  kilómetros por el Camino de Santiago. Ese es mi objetivo... y llegar antes de las 21 horas. 



Tarragona. Mediodía solar con mucho calor.
Camino Tarraconense de Santiago. Camí de Sant Jaume. Ruta del Císter. Tres nombres, son casi lo mismo. Y GRs, claro. Los quiero andar todos en tres días y medio, 150 kilómetros, aunque más tranquilo sería un día más. 



En la Carnicería Elbaraca de Benicarló peso mi mochila. 5,820 k. incluido el móvil,  el bocadillo y medio kilo/litro de agua para mi único almuerzo. Es el peso razonable mínimo en la época y en mi peso corporal de 64 kilos... que me dicen que aún estoy "cachas".


El Catllar, Renau, Vilabella, Brafim, Aiguamurcia... van quedando atrás. Las manecillas del reloj también saltan rápidas las horas. Tramos de GR, sendas pedregosas y muy secas por bosques me machacan los pies. He cometido un error grande, de los de principiante. A última hora he cambiado unas muy viejas zapatillas, que aunque rotas ya  conocen mis pies y los cuidan, por otras más "bonitas" de presencia, pero con una suela muy desgastada y más propias para andar/correr en pistas de ceniza. Va a ser el gran error de este camino. Me va a hacer sufrir hasta la extenuación, pero voy a conseguir el ambicioso objetivo marcado. También diré que algún "ángel de la guarda", ya a la noche o en lugar muy complicado, me  "salva" en su coche algunos pocos kilómetros.  Con todo, los anotados, son los realmente andados.


Salto a la carretera, por sufrir menos en las plantas de los pies, donde se me clavan las piedras. Una pila de kilómetros
en obras, casi nada me arreglan. Las ampollas ocupan las partes delanteras de las dos plantas de los pies.


Al menos hay muy pocos coches, aunque sí tractores con sus remolques llenos con la recogida de la uva, el tesoro de estas tierras de labrantía. Porque no hay arcén. Caminar una hora de noche a la luz de la luna, alivia mi sufrimiento. Y me sublima la visión lejana en la ladera de la montaña, de la "ciudad" cisterciense de Santes Creus.


Llego a las 9,30 de la noche. Mi cuerpo no está para dormir al raso, por muy buena noche que hace. Ni siquiera los guiños de la luna casi llena me convencen. En el Hotel Grau*** , el silencio, la soledad, la ducha... me llevan al mundo del descanso. Y al alba, tras su gran ventanal, me saludará un frondoso bosque.

Viernes, 21 de Septiembre

2ª ETAPA: MONASTERIO DE SANTES CREUS - MONASTERIO DE POBLET, 35 Kms.

Es muy tarde para mis previsiones esperar hasta las 9 h. para desayunar en el Hotel. El calor, la larga visita al Monasterio, anoche cerrado, el ambicioso recorrido posterior... 



Me miro la enorme ampolla de mi planta del pie derecho, la retrato para mis archivos y le digo... "tenemos otra etapa muy dura, de calor y piedras, soledad e ilusiones, tenemos que aguantarla y sufrirla los dos, la recompensa llegará después".



Me emociona recorrer el Conjunto de Santes Creus, anoche cerrado. Recuerdo los acontecimientos de 1970, que me trajeron aquí en un viaje trascendental. En su detenida visita de entonces, mi mente estaba más preocupada por tomar una importante decisión que me estaba proponiendo la compañera, cicerone y aún la Pubilla Universal de la Sardana 1969, que en estudiar las piedras e historias que pisaban mis pies y escuchaban mis oídos de su voz.  


No espero hasta  las 10 h., que abren las puertas a los turistas. Yo no soy un turista. Pont d'Armentera, Pla de Santa María, Cabra de Camp, Barberá de Conca, Montblanc y L'Espluga de Francolí. Pueblos, calor, viñas, cojeo y avanzo. Asfalto y pedregosos y polvorientos caminos. 


Aún no es la hora, pero esta original caseta de piedra seca de hace siglos, me atrae para dormir.,
Mi Camino también es búsqueda. No desatiendo otras oportunidades. Hoy es llegar hasta Valls, donde me invitan a comer y visitar y firmar en el libro de los ilustres visitantes en una bodega privada. Llego ajustado de tiempo y horas de luz a L'Espluga de Francolí, de gratos recuerdos. Allí conocí en 1969, en el Aplec de la Trinitat, a la Pubilla del 69. Y aquello trajo consecuencias. En 1970 fui invitado a la Caravana de la Flamma, de L'Espluga a Berga, con una muy probable asistencia de un un honorable personaje del exilio, con quien me debería entrevistar. 


Recorro las calles de aquel hallazgo casual de 1969, que también entonces recorrí bien acompañado y dormí en  una humilde pensión, tras ser presentado en público en su flamante Casal, regalo al pueblo del prócer local Carulla, el de Gallina Blanca. Hoy pregunto y encuentro respuestas. Ella sigue viviendo en Wasinghton. Y Carulla y Tarradellas  ya murieron.


Llego a Poblet a las 20,30 h., cuando la luna ya se muestra en todo su esplendor como reina de la noche. Las trece horas siguientes voy a vivir una de las experiencias más memorables de mi vida. Y conocía Poblet de varias estancias. Ninguna tan intensa como ésta. Los rezos, el refectorio en la cena y el desayuno con ellos, sus instalaciones internas y sus celdas. En mi siempre ligero dormir, esta vez estoy más despierto que nunca en mis pensamientos, para no perder detalle del silencio y de los tosidos de mis colindantes durmientes. Vivo intensamente la noche en las entrañas de la gran ciudad del Císter en Catalunya, con sus 22 moradores actuales y activos que visten de blanco.








120.000 litros de vino produce  anualmente a la Bodega del Monasterio, que también tengo la habilidad de ver y conocer.


Sábado, 22 de Septiembre

3ª ETAPA: MONASTERIO DE POBLET - MONASTERIO BELLVISTA DE LES MONGES, 33 Kms

El conjunto, casi ciudad cisterciense hoy propiedad del Ministerio de Cultura del Reino de España, municipalmente pertenece al Ayuntamiento de Vimbodi, situado al SW de la Conca de Barberá. Me despido de mi anfitrión, el joven y activo Fray Borja, augurándole puestos de la más alta responsabilidad monástica, a las 9,30 h., que salgo por caminos de piedras, viñas y castillos hoy bodegas, como esta maravilla de Milmanda.


  

No cesa el calor asfixiante, que conlleva a una sequía evidente. Y en mi caso a la falta muy preocupante de agua y alimento, que suplo sin mayores problemas con unas pocas uvas exquisitas que aún no han vendimiado. Algún extravío en cuanto me despisto  de los indicadores, me hace dar una vuelta del demonio, porque por aquí no anda ni dios. Para más inri, han soltado algún tipo de insecticidas y/o estercoleros, que hacen que una docena de moscas viajen conmigo  alimentándose de mi sudor.









Acelero, corro y esprinto para que no me alcance de nuevo la noche. No lo consigo del todo. Pero diviso desde la colina media hora antes, las silueta de Bellvista de les Monges, con su inmenso monasterio. Respiro profundamente y con alivio. Bajo correteando entre piedras y rocas difícles de controlar, centrándome en no lesionarme.


A las 18,30 h, cuando pulso el portero automático del convento, tras atravesar el inmenso portón medieval y oigo una angelical voz femenina, ya no me preocupa el  sudor que empapa mi cuerpo. Mi cansancio, dolores, cojera desaparecen cuando entro en el "paraíso".

Monasterio Bellvista de les Monges, 7,30 h.a.m del 23.09.18


Domingo 23 de Septiembre

4ªETAPA: VALLBONA DE LES MONGES - LLEIDA, 43 Kms.

Anoche, la joven Sor Sara tomó mis datos como medida obligada de seguridad, me informó de los cinco acompañantes peregrinos con los que iba a compartir el Albergue de 24 camas literas, anexo al Monasterio, y me acompañó hasta él charlando de las habituales normas, que como veterano ya conozco y asumo muy agradecido, e intercambiando preguntas y respuestas, sin cesar de sonreírme. Vamos, un cielo de persona. "Solo vivimos ahora ocho monjas en todo el monasterio, de entre 28 y 84 años"

Me recomienda un rincón más privado y personal, donde duermo sólo. Necesitado ya de convivir y comunicarme con peregrinos, les espero a que vuelvan de cenar e intercambiamos corta conversación. Tres chicos y dos chicas, de unos cuarenta, bien parecidos, de Barcelona capital. Han hecho la etapa desde L'Espluga y les queda sólo de aquí a Tárrega, 25 kms. Tienen que volver al trabajo.
Salimos todos a las 7,30 h, pero nuestros objetivos y caminos difieren mucho. El mío, finalizada la Ruta del Cister, es cumplimentarla hoy con el Tarraconense de Santiago en la capital ilerdense. Aún recortando por carretera, me quedan unos 50 kms.


En los pueblos de Catalunya se respira el ansia de libertad, la independencia, la república. Pero también el miedo a la fuerza y a las pistolas del opresor. En mis breves paradas a alimentarme o a preguntar, me cuesta ganármelos, de entrada desconfían de mi "espionaje". Mi Pais y mis colores amarillos me facilitan algo. 


Sigo sufriendo físicamente sólo en los pies, ampollas crecientes. La ilusión y el convencimiento de que voy a llegar de día a Lleida es superior y gana la partida. La jornada, ya por la tarde es aburrida, exageradamente calurosa y de moscas "cojoneras", soporífera. Pequeñas paradas a airear los pies, ponerme calcetines tras hacer más media jornada en pernetas, tumbarme a la  vera de la carretera en las fincas de interminables frutales, buscando la sombra y encontrando los dos únicos melocotones que casualmente parecen haber dejado para este herido peregrino.


Desde que mi vista cree alcanzar Lérida en la lejanía -la llanura de hoy ha sido constante en los casi 50 kms.-, las rotondas, asfaltos, pasos elevados y bajos, desvíos,  coches... es el mayor de los suplicios de este 40 Camino, sólo posible superarlo por la ansiedad de llegar y decirme "objetivo conseguido".  En mis delirios pensantes, varios minutos me imagino que salí a andar hace siglos... y que estoy llegando a otro planeta. Unas cosas ovaladas corren y corren. No hay las personas que yo conocía y hablaban y caminaban en mi anterior encarnación.


Con el largo trago de agua... que inicio este relato, foto incluida, me digo... Objetivo Conseguido. Y lo comunico al mundo en mi facebok. Y con más detalles a los cercanos, familia y amigos.


LA NOCHE EN LERIDA Y EL REGRESO EN TREN


Tras llegar muy cansado y herido, no resulta agradable pasar la noche al raso, por asegurar un tren de las 6,25 h., que para mas inri va a salir con retraso. Esto es Renfe España.

Un rumano de 34, con esposa y cinco hijos hambrientos en Rumanía, no es capaz de aguantar a su hermana y su cuñado y dormir en su casa en esta ciudad. Me enseña el billete a Monforte de Lemos (Galizia) para el tren que sale a las 12 h. de mañana. No se priva de fumar, de contarme sus penas ni de coger un taxi que le cuesta 16 € para ir a un bar nocturno a la otra punta de la urbe a por tabaco y cervezas. Eso sí me insiste en invitarme a consumir algo. Prudente, yo escucho y asiento en una aparente comprensión, aunque ni la comparto ni me creo del todo su apenada historia, con un exquisito y quizás estudiado tono de voz lastimero.




Un punki,  pequeña mochila saquito con sólo cadenas y un rodillo algo quemado de pintor, también me cuenta sus penas. Viene de una "fiesta", admite estar algo drogado. Dice haber perdido las llaves, me deja sus mínimas pertenencias y va a buscarlas a no sabe donde. En el tren, donde exige viajar sin pagar, insultará la revisora, pero no se saldrá con la suya.

La noche se me hace muy larga porque los "colegas" no me dan tregua para una cabezada. Me tumbo un rato en el césped y al de poco los aspersores riegan el entorno media hora. Tampoco el banco de piedra de al lado se libra del agua.

Hay màs "obstáculos´´ para no dejarme dormir ni siquiera unos minutos, pero los supero con apariencia de ser una persona sufridora que aguanta todo. El mayor problema del regreso se presenta en L'Ametlá. El tren Civis de Barcelona a Sevilla va lleno.También viajamos los de cercanías a Valencia y su zona. Yo a Benicarló. Dos horas de parada, sin noticias claras, nerviosismo por parte de los "dirigentes", policía incluida...

Mi enorme cansancio no evita observar y estudiar la situación. Mi profesión y afición aventurera y viajera me han hecho vivir demasiadas "situaciones graves y atentados". Evacúo de los primeros el convoy y llegamos en Renfe a Benicarló con "sólo" dos horas y media de retraso. Aún me quedan fuerzas para caminar a pie los 7 kms. que me separan de nuestro apartamento en Peñíscola.

El dia después... me auto-opero y curo. Sin problemas

A las 5 de la tarde, almuerzo con mi compañera. Celebramos el 44º aniversario de nuestro Enlace Matrimonial. Yo intentaba llegar anoche. Días después, me confirman que hubo un gran incendio el lunes al mediodía cerca de L'Ametllá de Mar. Yo también quisiera saber si fue otra manera de "atentado" en la España/Catalunya que nos han metido. Y si nos contarán la verdad, toda la verdad. De éste y de todos los hechos. Pero como ya no soy del todo incauto, ya  conozco la respuesta.

La vida sigue. Mis Caminos también. En mi mente ya pienso y preparo el 41º. Muchas gracias a todos los que me leéis e intentáis entenderme y me apoyáis sin exigencias . Os necesito.

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