Yo he escrito mucho del que he utilizado en mis ya veinte Caminos diferentes. Y sólo he aconsejado que se lleve usado, nunca a estrenar. Porque en lo demás, cada Camino, cada persona, cada pies somos un mundo. Y nada es despreciable, al igual que nada perfecto.
Pero, en esta breve entrada, voy a ensalzar algunas de las buenas cualidades de las sandalias. Si bien es cierto que en el último medio siglo las zapatillas y botas se han apropiado del mercado (mucho por el marketing del ganar más dinero), también lo es que la sandalia ha sido históricamente y durante muchos siglos (los griegos desembarcaron con ellas hace ocho siglos por Ampurias) un calzado muy bien acomodado al pie, extraordinariamente válido para frailes y guerreros, andarines y pescadores.
Deben ponerse sin calcetines. Porque los pies tienen que respirar. En las largas jornadas, podemos decir que a partir de seis horas, las mejores botas o zapatillas empiezan a cocerlo. Por ello, yo las utilizo como complemento parcial de las zapatillas en casi todos los Caminos. He variado mucho en cuanto al número de horas a ponerlas. Las circunstancias me lo han ido aconsejando. Y puedo asegurar que me han sido mínimas las ampollas sufridas en mis ya doce últimos años caminando mucho.
Deben ponerse sin calcetines. Porque los pies tienen que respirar. En las largas jornadas, podemos decir que a partir de seis horas, las mejores botas o zapatillas empiezan a cocerlo. Por ello, yo las utilizo como complemento parcial de las zapatillas en casi todos los Caminos. He variado mucho en cuanto al número de horas a ponerlas. Las circunstancias me lo han ido aconsejando. Y puedo asegurar que me han sido mínimas las ampollas sufridas en mis ya doce últimos años caminando mucho.
Otra gran ventaja que yo destaco es su peso y espacio, tema siempre importante al cargar la mochila.
Por último, que si son de goma o plástico, como las que yo siempre llevo, valen para casi todo: para ir vestido (entrada a las iglesias) y para ir desnudo (entrada a la ducha), para atravesar ríos con agua y hasta para cenar en cualquier restaurante.
Ah... yo no vendo sandalias ni cobro comisión por esta "propaganda". Sólo cuento mi experiencia por si le puede ayudar a alguno. ¡Buen Camino!