jueves, 13 de junio de 2013

LAS SANDALIAS DEL PEREGRINO (2013)

Una de las muchas preguntas de los aspirantes a peregrinos, es sobre el calzado.

Yo he escrito mucho del que  he utilizado en mis ya veinte Caminos diferentes.  Y sólo he  aconsejado que se lleve usado, nunca a estrenar. Porque en lo demás, cada Camino, cada persona, cada pies somos un mundo. Y nada es despreciable, al igual que nada perfecto.
Pero, en esta breve entrada, voy a ensalzar algunas de las buenas cualidades de las sandalias. Si bien es cierto que en el último medio siglo las zapatillas y botas se han apropiado del mercado (mucho por el marketing del ganar más dinero), también lo es que la sandalia ha sido históricamente y durante muchos siglos (los griegos desembarcaron con ellas hace ocho siglos por Ampurias)   un calzado muy bien acomodado al pie, extraordinariamente válido para frailes y guerreros, andarines y pescadores.
 

Etapa épica, con historias reales de lobos y brujas. Anochecía en el Primitivo. Me quedaban horas para atravesar esa selva. Las viejas sandalias de 5 € en el mercadillo, me llevaron con los pies sanos a Berducedo.

Deben ponerse sin calcetines. Porque los pies tienen que respirar. En las largas jornadas, podemos decir que a partir de seis horas, las mejores botas o zapatillas empiezan a cocerlo. Por ello, yo las utilizo como complemento parcial de las zapatillas en casi todos los Caminos. He variado mucho en cuanto al número de horas a ponerlas. Las circunstancias me lo han ido aconsejando. Y puedo asegurar que me han sido mínimas las ampollas sufridas en mis ya  doce últimos años caminando mucho.
Otra gran ventaja que yo destaco es su peso y espacio, tema siempre importante al cargar la mochila.
Por último, que si son de goma o plástico, como las que yo siempre llevo, valen para casi todo: para ir vestido (entrada a las iglesias) y para ir desnudo (entrada a la ducha), para atravesar ríos con agua y hasta para cenar en cualquier restaurante.
Ah... yo no vendo sandalias ni cobro comisión por esta "propaganda". Sólo cuento mi experiencia por si le puede ayudar a alguno. ¡Buen Camino!