miércoles, 24 de abril de 2013

20a - CAMINO DE SANTIAGO DEL EBRO - 1ª PARTE (2013)

Hoy inicio otro Camino diferente en la Península Ibérica. Desde Tortosa y a partir de las 14 h. empiezo a andar los 406 kms. río Ebro arriba con el objetivo de llegar en diez dias a Logroño. Aquí no nace el Ebro, sino que ya viene muy crecido desde Fontibre (Cantabria). Pero aquí el Camino Jacobeo del Ebro pierde su nombre para incorporarse al Camino Francés.
Portal de los Romeros, con Santiago de testigo de piedra, junto a la Catedral

File:Tortosa (town view).jpg
La catedral gótica de Tortosa (1347), hoy mi punto de partida

No es casualidad que haya dejado este Camino para casi el final de mis recorridos por la vieja Iberia. Este río es de alguna manera la columna vertebral de la península más occidental de Europa. Quizás por ello le ha dejado su nombre. He visitado y recorrido casi todos  sus lugares colindantes y recovecos de manera motorizada. Ahora serán mis piernas y mi cabeza las que me situarán en esos otros lugares, o en los ya visitados, para disfrutarlos  desde el suelo.

Miércoles, 24 de Abril - 1ª Etapa: TORTOSA - PINEL DE BRAI  (28 kms.)

A las 14 h. me ha dejado el bus en la macroestación a las afueras de Tortosa. Sol y calor. Ayuntamiento, Catedral (cerrada, claro) y Portal de los Romeros. En este último está Santiago para despedirnos a los peregrinos que honramos su nombre y conseguimos que siga "vivo".

Hay tres cosas que me gustan/sorprenden  en esta etapa vespertina: El canal de Tortosa, que lo  subo pegadito a él hasta su inicio. El azud de Xerta, esa anchura y nudo que hacen ahí las aguas del Ebro para iniciar el canal y regular la vida del río y sus peces. Y la Via Verde del Bajo Ebro, construida hacia 1945 para el transporte de mercaderías y personas de Tortosa hasta Valjunquera   y que se quedó sin llegar  hasta Alcañiz. Claro que para 1975, como tantas  vías férreas en la España de Franco, la dejaron  quedar inservible. Al menos, la han reaprovechado para hacer una cómoda pista para ciclistas y peatones. A destacar en ella las abruptas montañas que atraviesa y la cantidad  de túneles. Por ello una parte de mi etapa de hoy me  siento como un topo buscando nuevo destino.

Tortosa
El azud de Xerta
Los túneles de la hoy Via Verde

El canal de Tortosa y el Ebro bajan varios kms. juntos desde Xerta
Paso la 1ª noche en esta mesa de la antigua estación  El Pinel de Brai
A las 22 h. llego a la antigua estación de Pinel de Brai, que han mantenido/arreglado todos sus edificios y tapiado para evitar su ocupación y/o nueva pronta ruina. Malduermo, entre túnel y túnel, encima de una mesa de madera. La luna llena, que me ha ayudado en la subida y al organizar mi "suite", se va pronto  y deja paso a la lluvia, que hay suerte porque es poco lo que me moja y lo aguanto. Pero ya en mi mente, durmiendo en entrevela, pienso en recoger rápidamente los trastos y refugiarme en el túnel cercano.

Jueves, 25 de Abril - 2ª Etapa: PINEL DE BRAI - FAVARA (50 kms.)

A las 6.45 h. una fina lluvia me levanta y acelera. Impresionante el paisaje abrupto de esta mañana, en la que se suman algunas dificultades.  Mayores fueron las que sufrieron los combatientes, menos voluntarios que yo, de aquella absurda guerra de hermanos de hace sólo 76 años. Gandesa me da de desayunar y me abre el Museo de la Guerra, la atrocidad de la Batalla del Ebro, que me niego a querer ver.



Camino de Fontcalda, desde la Via Verde así se ve el río


Santuario de Fontcalda entre abruptas montañas, desde la Vía Verde
En Fontcalda está el paso casi natural (600 m.) más espectacular que recuerdo de mis Caminos

Y en plena montaña y Camino, este monumento gigante desde 2004
Llueve. Casi arriba de la montaña me vuelvo a mirar lo que he atravesado

Me espera caminata de tarde. Ha cambiado el paisaje, no la  lluvia intermitente. Carretera local desierta con viñedos y monte bajo a mis lados primero hasta Batea. Almendros y olivos después por camino de tierra, donde busco tablillas verdes de mi ruta a Favara, que encuentro hasta 5 kms. del final.

Y el extravío. Se me pierden las referencias y camino y camino. Y se me acerca la noche. Y no hay vida humana a la vista ni en la larga lejanía. El principio de la oscuridad me amenaza cuando ya me veo perdido en la amplia nada. Regreso a la única carretera que se me había cruzado, demasiado desierta, y tomo la dirección contraria. El rumano Pedro, edad media, industrial, coche gama alta, único que veo en la eterna tarde, me para y lleva hasta mi objetivo cuando me he alejado más de 20 kms. de Favara.

Es de noche y sigue lloviendo. Veo el Polideportivo encendido. Rebeca, 23 años, la hija del conserje, lo está limpiando.  Me impresiona su amabilidad, cariño y servicio para  procurarme una buena noche de descanso en el cuarto de los árbitros. 

Viernes, 26 de Abril - 3ª Etapa: FAVARA - SASTAGO, 50 kms.

8 de la mañana. En el bar del pueblo hay 8 hombres. No veré  hoy ninguno en los campos de cultivo trabajando, los mismos que en los días pasados y venideros. "España es diferente", decía un eslogan publicitario en mi época de joven. ¡Y sigue siéndolo!

Amanecer en el Ayuntamiento de Favara
"Todo recto por camino de tierra hasta Caspe, no tiene pérdida".   Es la casi nunca verdad que casi siempre te dicen en el pueblo anterior. "Tienes sólo 20 kms y por carretera 30". Barro, almendros y olivos, lluvia y niebla baja, no veo indicadores, el camino se bifurca, creo que atravieso la sierra de Caspe. Me parece que llego y paso descalzo el río Guadalope, cuando las más de tres hora a buen ritmo me tienen que situar a 5 kms. de Caspe.

A las 12 h. vadeo así el Guadalope
Por las fértiles huertas de su ribera, el camino se termina y tengo que retroceder

Una buena pista perpendicular me siembra de dudas. ¿Izquierda o derecha?  Mi lógica me hace seguir las aguas abajo del río (izquierda), que busca al Ebro. Pero realmente no sé bien donde se deja comer por él. Y estamos en un nudo de meandros, montañas, huertas fértiles y vueltas y más vueltas. Las cerradas nubes no me dejan calcular donde está el sol y es mediodía horaria. Dice la ciencia que el ser humano cuando camina largo tiempo en línea recta, vuelve al punto de partida. Desde luego que a este humano ya le ha ocurrido más veces.

Son más de las 14 h. cuando diviso una pequeña carretera solitaria. ¿Derecha o izquierda? Isabel, de Caspe, va a recoger a su hijo de la escuela en Maella. "Pero si estás antes de Favara". Y veinte minutos después, tras atravesar de nuevo Favara y recoger a su niño, me deja en el centro de Caspe. Esta vez he agrandado el error humano de regresar al punto de partida llegando aún más atrás. En la comida en Caspe y por la tarde intento analizar cuando y cómo se inició y continuó mi extravío. Y no estoy seguro del donde y el cuando. Desde luego los "nudos" del Guadalope imposibitaban el todo recto.  

Gato escaldado no vuelve al agua. De Caspe a mi objetivo Escatron me tomo carretera, camino... y regreso a carretera. Llueve, primero poco y luego más. Y de nuevo se acerca la noche. Hay muy pocos coches. Cuando tengo a la vista el final y voy muy mojado, un turismo humilde se da la vuelta para recogerme. El marroquí sin nombre me lleva a Sástago, donde vive casado con una española y en paro."Siento no poder invitarte a mi casa, donde tengo sitio, porque mi mujer es muy rara para esas cosas" ¡Qué buena gente hay por el mundo...  a los que los "poderosos" interesa demonizar!


File:Rueda - Vista general.jpg
Monasterio de Rueda, junto a Sástago, un pueblo con origen en el s. III antes de J.C.
Son fiestas en el pueblo, pero la lluvia no las respeta. Una cuadrilla de jóvenes me invita a su mesa y  con gran educación se interesan por mis aventuras, me estiran su humilde cena de bocatas y se ofrecen a llevarme a Cinco Olivas, que dicen hay albergue. La luz, algo de ruido por la fiesta y viernes y el goteral de agua me acompañan de cerca en el descanso nocturno en el centro de la villa de origen casi trimilenario. El saco nuevo, el que mi hijo me ha comprado para el Himalaya  que he pospuesto, ha cumplido con creces. Esta es mi segunda noche peregrina en Zaragoza, la 40ª provincia en atravesar en mis caminos andantes de las 47 peninsulares de este Estado.

Sábado, 27 de Abril. 4ª Etapa: SASTAGO - ZARAGOZA, 52 kms.

Llueve y viento cierzo del Moncayo y frío de frente. ¡A  seguir sufriendo! Carretera, que el camino está impracticable. Las flechas amarillas, sólo veo alguna perdida donde no me hace falta. Alborge y Alforque. Los 800 años de cultura y trabajo de los "moros" aquí nos los dejaron. Y supieron aprovechar el agua del Ebro para fertilizar las tierras y más cosas. Lepida Celsa, a la que ahora llaman Velilla de Ebro, y Gelsa, están desde la dominación romana, pero  las hierbas altas de abril y el escaso interés cultural de conservar aquel rico pasado, hacen que apenas pueda visualizar las ruinas anunciadas.
  
Entrando a Velilla, la antigua Lepida Celsa de los Romanos
Los meandros del río, la señalización vieja que me mete en ratoneras, el laberinto de caminos, me vuelve a hacer andar lo innecesario, lo que mentalmente desgasta mucho más. Con Quinto y Fuentes de Ebro cierro la etapa casi al anochecer, tras otro día de todo asfalto.  No hay peregrinos porque no hay camino. Y no hay camino porque no hay peregrinos.

Cuando has andado 12 kms. más que los que dice el rótulo, te enfadas un poco hasta contigo mismo
A la altura de Pina de Ebro converge el Camino Catalán de Sant Jaume, el único que me queda por hacer en el Estado Español.

El bus a Zaragoza y la busqueda del Albergue Juvenil me acercan a las 11 de la noche. Me colocan a dormir en el más frío cuarto bajo  de ocho literas. Me sorprende estar sólo con la algarabía que inunda el amplio edificio. A la 1,30 de la madrugada  me completan el espacio, me despiertan, vociferan y me quitan el sueño y la segunda sobrecama con la que me había amarrado por el frío. Mala noche en este albergue, donde los futboleros (Zaragoza-Mallorca) más ruidosos del Mallorca han llegado cargados de penas por haber perdido y de algo más para olvidarlas. Qué pena que tras ansiar la compañía, se vuelva a desear la soledad.  Y yo ya asumía que los albergues juveniles a veces están en las antípodas de los de peregrinos.

Domingo, 28 de Abril. 5ª Etapa: ZARAGOZA - MALLEN, 40 kms.

Tras desayunar tarde en el albergue, que aquí no se madruga, las circunstancias me aconsejan escapar en Cercanías Renfe hasta Casetas, no sin antes patear la ciudad durante media hora y bastante más de espera y reclamaciones en la Intermodal. Con tanto progreso, a veces sus operarios son incapaces de superar las lagunas más elementales. Aquí Renfe no tiene solución para las Tarjetas Doradas de Cercanías del resto de España y me tienen que abrir la barreras para entrar y para salir.

Intermodal Zaragoza. Me ayudo de bus y tren para escapar de sus cercanías peligrosas
Lluvia, viento y frío, más de lo mismo... y tengo que arriesgarme por el arcén de la N-232, peligroso de muerte y que después me informarán que está prohibido aunque lo "permitan". Lo mejor del día es un plato de menestra casera y otro de ciervo que por 9 € me dan en Alagón como menú, además de su cariño y amabilidad.

Otra vez será un rumano, Dorin Sarosi de 38 años, el que entienda mi situación y me recoja y sitúe a las 8 noche en Mallen. Mis 40 kms. ya están hechos y más que sufridos. Pero aún me quedan más espinas por sufrir. Mojado, cansado y abatido, no encuentro donde dormir. A las 22 h. el miserable y borracho H. me somete a una broma pesada de vejación y "tortura" durante una inacabable hora y media, personándose como el alguacil y la autoridad.

Mi evidente estado de debilidad -empapado, helado de frío, agotado y buscando techo para pasar la noche-, que ha favorecido su "hazaña", ha contado con la complicidad pasiva de algunos de sus conciudadanos. "Ha sido su broma pesada habitual con los que ve débiles y desamparados de fuera cuando está bebido, que es a menudo, pero en el fondo es buena persona" me decían riéndose sus convecinos en el mismo bar Rupi de los hechos, al día siguiente al ir a desayunar. Los fantasmas del insomnio y el cercano goteo diluvial  me han mantenido despierto en la eterna noche y revuelto mis tripas.

Lunes, 29 de Abril. 6ª Etapa: MALLEN - TUDELA, 35 kms.

Agua incesante que cae de arriba, agua ya brava y marrón verdosa que baja por el Canal Imperial que hoy subo, agua de charcos de los caminos que hoy me escapo del asfalto, agua del Ebro que crece en los diluvios y se precipita buscando el Mediterráneo... Ya estoy harto de tanta agua!

Cortes, Falces, Canal Imperial, Ribaforada, El Bocal, huerta tudelana... con este tiempo no me podéis aportar casi nada.

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En El Bocal se inicia el Canal Imperial

La dura noche, la mínima visibilidad por la cortina de niebla y agua... Esta vez no he venido preparado en mi mente y en mis prendas (sólo una mochila de ataque con cuatro kilos a la espalda) para luchar contra los elementos y estas circunstancias durante tantos dias. Consideraré aquí recortado y terminado mi 20º Camino diferente. Continuar mañana en éstas, o más bien peores condiciones porque no secaré mis prendas imprescindibles,  me puede acercar más a la imprudencia que a la cordura. Y mis principios de que siempre todos podemos más, no están en contradición con los límites de la prudencia, que a su vez los marcan las circunstancias.

Tudela, cena caliente, albergue con sábanas limpias y ducha caliente, diez compañeros durmientes con excelente comportamiento. Una etapa muy dura, un camino que se me ha atravesado con demasiadas espinas, termina regalándome bellas rosas.

Martes, 30 de Abril - EL REGRESO

De 8 a 9 tengo la suerte de poder acompañar y cambiar impresiones con dos transeuntesAurelio y Pepe proceden del mundo de la cocina. Pero hace años escogieron la libertad. El primero conoce todo sobre el mundo de la fruta y algo más. El otro, hippie en Holanda en la década de los sesenta,  hoy alterna el peregrinaje y los caminos, vuelve a veces a las casas de sus hijas  valencianas y lee todos los libros serios que puede. Dos humanos de cultura, rebeldía y libertades. Ahora trabajan cuatro horas en la mañana en el taller del Ayuntamiento montando tornilleria a mano para procurarse 4 euros (así me lo dice el primero, aunque me parece  muy poco).

Y dos trenes me llevan a Bilbao y a Arrigorriaga a comer con mi fiel compañera. 

Foto de despedida de este camino en la plaza de Tudela. (9,35 h.)
En el resumen de mi Camino contabilizo 238 kilómetros reales andados en seis etapas y 5,5 días, por lo que la media es de 43,27 kms. al día. A pesar de que en el pasado invernal Ponferrada-Santiago la bajé bastante, en la suma total de mis caminos creo mantenerla aún por encima de los 42 kms. diarios. ¡La media irá bajando, la edad subiendo!

Estación de Tudela. El Albia de Renfe, desde el que veo Moncayo y San Lorenzo muy nevados, me devuelve a la selva de la civilización


1 comentario:

  1. Mucho ánimo desde Aguilar para esta nueva Aventura¡¡ ya nos contarás anecdotas.
    Un abrazo. Óscar

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